El joven púgil mexico-americano Alexis Rocha, fue demasiado rival para el colombiano Jeovanis Barraza, al que superó por nocaut técnico, después de someterlo a un castigo constante durante nueve rounds. Rocha, un prospecto de peso welter, estableció su estilo y poder, en el choque co-estelar de la velada que encabezaron Jaime Munguía y Gabriel Rosado, en el Honda Center de Anaheim.
Actuando como local, Rocha trató de llevar el ritmo desde el arranque, haciendo retroceder desde temprano a Barraza con largas combinaciones, en su mayoría al cuerpo. La postura del colombiano, con la guardia bien arriba y la mirada fija en su oponente, mientras pasaba golpes, evitaba que Rocha se sintiera cómodo.
En el segundo asalto, el californiano Rocha desplegó una mayor ofensiva, castigando al colombiano en las zonas blandas, mermando su capacidad de recorrer el ring y de ripostar. Por cada cinco o seis golpes del local, Barraza soltaba un solo puño, una fórmula nada conveniente para el sudamericano, que estaba siendo reducido por el joven de 24 años.
Un duro volado de izquierda de Barraza al rostro de Rocha, hizo reflexionar al local sobre la peligrosidad de su adversario y en el tercero, se dispuso a atacar sin descuidar la guardia, consciente de que un golpe fortuito podía cambiar el rumbo de la pelea. El dominio de Alexis era cada vez superior y sus golpes penetraban con mucha efectividad a la humanidad del cafetero.
Con actitud agresiva, Rocha abrió el cuarto capítulo, golpeando a las partes blandas de Barraza y rematando en la cabeza. El duelo se tornó casi de una sola cara, con Rocha yendo hacia el frente con los puños por delante y el colombiano en posición defensiva, con nula respuesta.
Rocha trabajó con mayor paciencia en el quinto, reduciendo el volumen de golpeo, pero con un alto porcentaje de efectividad. En el uppercut encontró un valioso recurso que le permitió romper la guardia del colombiano, que se limitaba a lanzar en contragolpe un volado de izquierda y muy pocas veces combinaciones largas.
El séptimo round aumentó la brecha entre ambos púgiles, cuando Rocha castigó con pocas pausas a Barraza, que solo podía revertir las acciones con un verdadero milagro. Se envalentonó el colombiano en el octavo, intercambiando en fuego cruzado con Rocha, pero fue una decisión con un alto riesgo, que pagó caro al ser castigado con violencia.
Solo 34 segundos después de iniciado el noveno asalto, el sometimiento de Rocha sobre Barraza provocó la intervención del réferi y puso fin a la masacre. El local se apuntó un solvente triunfo, el número 18 de su carrera profesional y el doceavo por nocaut, además hiló su segundo triunfo después de haber perdido su invicto ante Rashidi Ellis en octubre de 2020.